Pésaro (Italia)
Más de un centenar de personas venidas de Austria (4); Bélgica valona (5); España (25); Francia (3); Italia (59): Países Bajos (1); Suiza(10), nos reunimos en Pésaro (Italia), la bella ciudad costera del Adriático, del 20 al 22 de septiembre de 2024, con el fin de celebrar el XI Encuentro europeo de las CCB. Comenzó en la tarde del viernes 20, con la bienvenida y presentación del Encuentro, por parte del Secretario del Comité organizador, D.Massimiliano Tosato, que nos recordó el pasado Encuentro tenido en Rímini, ciudad próxima a Pesaro, augurando un éxito semejante o mayor. Tras la cena, se tuvo la velada de presentación de los diversos grupos por nacionalidades o diversos grupos autónomos de cada nación, como las CCB belgas francófonas y flamencas, las CCB suizas francófonas y germanófonas, que resultó un acto variano y con mucho colorido.
Sábado 21, tras el desayuno, comenzamos a las 8 hh, con una breve meditación y presentación del ponente principal, el teólogo vasco José Arregi (JA), que desarrollaría el tema principal del Encuentro:"Hacia una espiritualidad abierta: Un enfoque espiritual en un mundo en busca de sentido". JA así lo hizo en español, comenzando con un saludo y presentación cordial
de que la vida y su aliento vital nos reunía por undécima vez a orillas
del Adriático-Mediterráneo, sintiéndonos unidas a todos los mares, a
todas las tierras, en comunidad humana y en fraternidad-sororidad en el
nombre de Jesús de Nazaret. Así ituló su conferencia: "Hacia una espiritualidad integral. Una urgencia planetaria", que trato ahora de sintetizar, dejando para otro post el desarrollo del Evento. La Conferencia fue traducida al italiano, francés y alemán por un grupo de chicas voluntarias y alumnas de los cursos de traducción e interpretación de la Universidad de Bolonia.
JA dividió su ponencia en 6 puntos: Partió, en primer lugar, de la constatación de la crisis civilizacional presente, en la que nunca los cambios y los peligros fueron tan rápidos, profundos y tan globales. Para responder a esta crisis radical, nuestra humanidad, maravillosa y contradictoria, necesita realizar una revolución cultural y una transformación espiritual integral, personal y planetaria.
En el 2º punto, expuso qué entendía por espiritualidad integral, que transformaría nuestra civilización. Basándose en Ken Wilber, autor norteamericano que integra ciencia, religión, psicología y místicismo y en el autor español Raymon Panikkar, de padre hindú y madre catalana, para quien el ser humano es la realidad compleja que abarca: el cuerpo (soma), el psiquismo (psyché); la sociedad (polis) y el mundo (kosmos), JA considera que todas las ciencias y saberes afirman o sugieren una cosmovisión o paradigma holístico, integral, interdimensional e interdisciplinar. Toda la realidad está unida y es inseparable, como el decir, el comprender y el vivir. La espiritualidad no es una experiencia separada de las múltiples dimensiones que nos configuran como organismos vivientes, sintientes, sino que sería la mirada, consciencia, o la experiencia profunda, vital, integral que emerge de todos los conocimientos, saberes y experiencias que tenemos y realizamos. (JA recomienda ver "Enfoque integral de la espiritualidad (1)". Disponible en: https://www.nodualidad.info/charlas/una-espiritualidad-revolucionaria1.html.-Consulta 29-09-2024)
En el punto 3º, trató de mostrar cómo esta espiritualidad es fruto y agente de una transformación integral. Del mismo modo que cada organismo, por pequeño que sea, actúa sobre aquello que lo hace ser: como el bosque crece por la lluvia, pero a su vez crea condiciones que provocan esta lluvia, todo está relacionado con todo, la dependencia es interdependencia y lo mismo ocurre con la espiritualidad. Esta no es una experiencia particular, sino que es la hondura de todas las experiencias, la plenitud vital profunda que resulta de la relación armónica entre todas las relaciones que nos constituyen. Y no solo es fruto o resultado del conjunto de las condiciones que la hacen posible, sino que al mismo tiempo es agente de transformación integral de la realidad. La espiritualidad es la sabiduría vital profunda que surge de la conjunción armoniosa de todas las dimensiones de nuestro ser y, al mismo tiempo, esa sabiduría vital profunda actúa sobre las diversas condiciones, las regenera y potencia. Es la aspiración última que anima y transforma todo, más allá de prejuicios, miedos e intereses.
En el 4º punto JA se refirió a que esa transformación personal e interior lograda no se puede desligar de lo que llamamos exterioridad o acción en la polis, en la sociedad. La sabiduría vital profunda adquirida en el silencio interior de la meditación, debe impregnar todo el entramado político -partidos, gobiernos, administración, economía, judicatura etc- Deberá, por ej., transformar el sistema educativo, deberá erradicar el viejo principio de "quien la hace la paga", deberemos superar las viejas nociones de culpa y castigo de la política penitenciaria, pasar de la responsabilidad penal a la lógica de la responsabilidad personal y social, de la lógica del castigo a la resocialización. Y, sobre todo, al querer el bien del otro, intentaremos que en la economía familiar y social brille el interés común por encima del interés propio, abandonando el interés del máximo beneficio, buscando fórmulas de distribución de los bienes...Si trabajamos personal y colectivamente para que el entramado institucional político, a nivel local y global, se deje inspirar y permear por el espíritu de justicia universal y de paz, el mundo entonces se transformará en una comunidad fraternal-sororial.
¿Podremos esperar que advenga o llegue un día esa esperanza? La espiritualidad de la esperanza fue el tema del 5º punto. No ha existido el paraíso en la Tierra, ni lo habrá en el futuro, pero la esperanza en inherente a la espiritualidad, como el aliento a la vida. La esperanza no es una espera segura, sino un dejarse mover por el impulso vital y creador del espíritu que mueve el corazón del universo y del propio ser. La espiritualidad integral esperanzada aspira a la utopía, a la realización en la tierra de la plena fraternidad-sororidad de todos los seres vivientes. Será una esperanza inquieta mientras las criaturas "no sean liberadas de la servidumbre" (Rom 8.22). Esta esperanza suscita el compromiso prudente, la acción política profundamente creadora y no complaciente, obsequiosa o servicial.
Finalmente, la espiritualidad mística de la plenitud, fue el tema del 6º punto. No poseemos el paraíso en la Tierra, ni la certeza de lograrlo, pero a pesar de todo, el impulso del aliento creador está en todo: en cada onda y partícula , en el quantum de toda energía, en el corazón de cada átomo y de cada organismo, en las estrellas, en las galaxias y agujeros negros, en la materia oscura...Todo es y se hace presente en todo...Hoy, aquí y ahora, en medio de la impotencia, incertidumbre y desaliento que nos invade, podemos respirar la paz creadora, el espíritu eterno y universal, el aliento de la vida... ¿Podremos decir y llamar el aliento de Dios? Esa palabra, Dios, no pronunciada anteriormente, tal vez no es necesario pronunciarla ahora. Al fin y al cabo, con ese nombre o sin él, Dios es una forma de decir el Misterio indecible del mundo, la comunión creativa de todos los seres, el latido profundo del universo. También es una forma de decir la Nada o el vacío sin forma que habita en toda forma. Pasar del todo mundial al todo cósmico o religioso integral es alfo semejante a como decía Francisco de Asís: mi Dios y mi todo... (Aquí sería interesante leer y experimentar la segunda parte de la conferencia de Ken Wilber: https://www.nodualidad.info/charlas/una-espiritualidad-revolucionaria2.html).
JA terminó diciendo que, aunque nunca vayamos a lograr que este mundo se transforme en el paraíso que anhelamos, si seguimos respirando el aliento creador universal y eterno, si cada día volvemos a caminar en esa esperanza...entonces la plenitud futura se hace presente.
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Antonio Moreno de la Fuente
Miembro de las CCP.
Sevilla 29-Septiembre-2024
