El próximo 20 de septiembre, los Movimientos Populares del mundo entero vuelven al Vaticano para conmemorar los 10 años del primer encuentro que tuvieron con el papa Francisco. Con el lema “Plantando bandera frente a la deshumanización", el Encuentro Mundial de los Movimientos Populares abordará el camino recorrido y los desafíos actuales a favor de "la justicia social y de la paz en nuestra casa común", promoviendo la cultura en favor de las 3T (techo, tierra y trabajo), con
el lema: “ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra,
ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da
el trabajo”. No cabe duda de la importancia de este encuentro con el Papa Francisco de los Movimientos de base mundiales. Será una ocasión más para concienciar y promover las 3T en la sociedad: el derecho a la vivienda, el derecho de poseer los campesinos un tierra para cultivar y que el derecho al trabajo sea un realidad. Efectivamente, el art. 35,1 de la Constitución española dice, que todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo. Sin embargo, en la actualidad, según la EPA, existen 2.756,3 de personas paradas, es decir, una tasa de paro del 11,27%, con lo que el derecho al trabajo no se cumple para estas personas. Por otra parte, el art.47 de la Constitución declara que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Sin embargo, la situación es muy otra. Comprar un piso es prohibitivo para muchas personas y los alquileres se han disparado, al tener que destinar las familias el 43% del salario para pagar el alquiler de una vivienda. Todo esto muestra que los derechos suelen ser papel mojado. ¿Qué hacer entonces?
Ante todo, corresponde a los poderes públicos la obligación de promover las condiciones necesarias y establecer las normas pertinentes para hacer efectivo los derechos, como se reconoce en el titulo primero de la Constitución. Pero a los ciudadanos nos corresponderá siempre pensar, idear o imaginar el modo mejor de que tales derechos sean efectivos y proponerlo, reclamarlo y exigirlo.
Así los están exigiendo los 900 inquilinos del barrio de Vallecas (Madrid), al fondo buitre Nestar-Azora, propietario de sus viviendas, por la subida ilegal de sus alquileres, que van desde los 150 € hasta los 700 € al mes, cuando la Ley permite solo el el 3% anual.
También existen propuestas para eliminar esos dos millones de personas en paro, existentes aún en España. Una sería el establecimiento en firme ya del acuerdo entre el PSOE y Sumar, firmado el año pasado, de reducir la jornada laboral semanal a 37,5 hh., sin reducción salarial, ni incrementar el número de horas extras, que también deberán reducirse, por ser una lacra y ser una ampliación encubierta de la misma jornada laboral.
Sin embargo creemos que la solución mas acertada para reducir el paro y ayudar a que se cumpla el derecho a una vivienda, en especial para los jóvenes, es la implantación de una Renta Básica Universal, tal como exponíamos en entradas anteriores: la del 6 de noviembre del 2023, comentando la firma del Acuerdo entre los dos partidos políticos y 23 de febrero de este año, cuando el incendio del bloque de pisos de Valencia.
Como se sabe, la Renta Básica Universal propone que todo ciudadano, por serlo, reciba una pensión o renta
del Estado, es decir, una cantidad suficiente para sobrevivir,
independientemente si trabaja o no, si está casado o soltero, si es rico o
pobre. Realizando una reforma fiscal para que los ricos paguen y coticen más, el Estado tendría más fondos para asignar esta Renta Básica, con cuya asignación se mantendrían los derechos básicos
de los ciudadanos, de educación, salud, vivienda y dependencia y se satisfacerían también sus necesidades básicas de comida, vestido, ocio etc. E igualmente, tendríamos los ciudadanos nuestras
espaldas cubiertas en cualquiera de las emergencias naturales de riadas, incendios, etc.
Lo importante que pone de manifiesto el establecimiento de una Renta Básica Universal es, que la vida de las personas se desvincula de los ingresos producidos por el trabajo. Este deja de ser la única fuente de la subsistencia de las personas, como hemos venido admitiendo, según la teoría judeocristiana del Génesis 3, 17- 19: “Comerás
el pan mediante el sudor de tu rostro” o de las palabras de S. Pablo en 2 Tes.3, 10-12: “Quien
no quiere trabajar, tampoco coma". Se sustentaría mucho mejor en la dignidad fundamental de toda persona humana y su convivencia en comunidades humanas más solidarias, algo semejante a como lo practicaba la primitiva comunidad cristiana, según lo narra los Hechos de los Apóstoles, c.2, vv.42-45 y c.4, vv.32-35.
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Antonio Moreno de la Fuente
Miembro de la Asociación andaluza por una RBU
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