LALACHUS mostrando la estampa en la noche del fin del Año 2024 (RTVE y EuropaPress)
Aunque ya parece cosa pasada la polémica suscitada por el gesto de LalaChus, mostrando la estampita del Sagrado Corazón Jesús coronado con la Vaquilla del Gran Prix, en las campanadas del Fin de Año 2024, me parece justo seguir reflexionando sobre tal polémica, por los sentimientos encontrados que suscitó, las opiniones escandalosas y burlescas vertidas y por tratarse del tema fundamental del "delito y multa por la ofensa de los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa", del art 525, 1, del Código Penal, al que han recurrido algunas personas y asociaciones. Por todo ello, me parece oportuno seguir reflexionando sobre ello.
Monseñor Argüello, Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), mostró inmediatamente su tristeza porque "TVE hacía burla del símbolo del Corazón tan querido por todos los católicos". Y el arzobispo de Sevilla, José Ángel Sáiz Meneses, ante la burla de TVE, se lamentaba citando a Cicerón, "¿hasta cuándo se aprovecharán de nuestra paciencia?". También la Hermandad de la Esperanza de Triana expresó "su más firme rechazo y su profunda indignación ante las ofensas al Sagrado Corazón de Jesús".
Rápidamente también la Asociación ultracatólica Hazte Oír y los llamados Abogados Cristianos anunciaron que denunciarían al presidente de RTVE y a los presentadores, Laura Yustres (Lalachus) y a David Broncano, por un delito de odio y otro contra los sentimientos religiosos, citando el artículo referenciado del Código Penal. Tampoco faltaron insultos en las Redes sociales que se unían a las palabras de sorna que Fernando Savater, el filósofo de la ética, dirigió a la presentadora en su columna del The Objective, sin saber o querer cómo llamarla y apostrofando a Jordi Évole: "¡Viva todo lo que significa Bitelchús (o Lapachús o Marichus, como sea)! (decía)...para acabar con un "fuera todo lo que significa Bitelchús y sobre todo Jordi Évole".
No faltó, sin embargo, una defensa en tromba de Lalachus y del programa de TVE, como manifestaba el diario Público, a la que se unió el Gobierno, el PSOE y personas muy conocidas, como la ministra Susana Díaz y Jordi Évole, etc.
Todas estas críticas y burlas, a mi juicio, son lamentables e indican la pervivencia en la sociedad española de una mentalidad conservadora, que es presa fácil del discurso de odio o intransigencia, que alimenta la ultraderecha y que asume sin crítica el Partido Popular.
Pero, sobre todo, podría haberse esperado una actitud más ponderada por parte de la jerarquía católica (como suele hacer ante otros problemas ), para no favorecer posturas ultracatólicas en la cuestión muy delicada, de la "ofensa a los sentimientos religiosos" del Código de Derecho Penal. Pero no ha sido así y, una vez más, muchos cristianos de base (junto con otros amigos agnósticos o ateos) manifestamos las diferencias existentes entre ella y nosotros. Nos diferencian, entre otros temas, las Inmatriculaciones de bienes públicos por la Ley hipotecaria franquista de 1946, los privilegios de que goza la jerarquía por los Acuerdos del 3 de Enero de 1979, entre el Vaticano y el gobierno español, la fobia jerárquica contra les LGTBIAQ+, las terapias de conversión de los homosexuales, que el Obispado de Segovia apoye al cura que negó la Comunión a una pareja gay y ahora nos diferencia también, ese escándalo farisaico por la estampita que mostró Lalachus en TVE, la noche del fin del año 2024.
En referencia a este tema, yo creo con muchas otras personas, que esa curiosa estampita que LalaChus mostró, no supone ninguna ofensa de odio, falta de respeto, ni tampoco un ataque a los sentimientos religiosos de los católicos. Aparte de ser una manifestación del derecho constitucional a la libertad de expresión (art.20), dentro del Estado aconfesional que es España (art.16 de la misma CE), yo creo que el gesto de la presentadora de RTVE puede interpretarse de esta otra forma. Que a Lalachus le gustaba y quería tanto a la vaquilla del Programa Gran Prix de Ramón García, como pudiera quererse al Sagrado Corazón de Jesús, a la que ella al mostrarlo, venera sin duda. Estos sentimientos son los que también expresan hoy los jóvenes que manifiestan a sus futbolistas como si fueran dioses o como la misma Presidenta de la Comunidad de Madrid se presentó: en el año 2020 bajo una especie de símbolos religiosos, en el 2021 sosteniendo en brazos al artista Mangana imitando la Piedad de Miguel Angel y el pasado año 2023, en su felicitación oficial de Navidad, presentándose como "La Virgen, La Profeta o La Mesías", al elegir la frase del Evangelio de San Juan 8,12: "Yo soy la luz del mundo...el que me sigue tendrá la luz de la vida". Ante esto textos e imágenes, nadie se escandalizó, ni se rasgó las vestiduras, porque vivimos en el mundo de los símbolos y de las imágenes, como de ellos y de ellas se ha valido siempre la Iglesia católica y lo seguimos haciendo la mayoría de nosotros, según los antropólogos, al llevar en nuestra cartera las fotos de nuestra esposa o hijos o las estampas y medallas de la Macarena o la Esperanza de Triana... Aunque hoy esas imágenes también sean "memes graciosos", pero distorsionados con fines risueños o caricaturescos...
En fin, que la cosa no era para tanto, para que se escandalizara "la sesuda y anquilosada jerarquía católica", ni la Cofradía de la Esperanza de Triana, ni todas las personas ya dichas...Lo que sí estimo muy importante es, que ya va siendo hora de una puñetera vez (¡esto es también un meme!), para que el Gobierno del PSOE se decida a reformar el anacrónico parágrafo 1 del art. 525 del Código que dice: "Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, etc". Para mí esto es lo más importante y decisivo en toda esta agria polémica, ya que estamos en un Estado aconfesional, aunque por ahora no cabe decir laico .
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Antonio Moreno de la Fuente
Miembro de las Comunidades Cristianas de Base
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