Javier haciendo Selfi del grupo, al pie del AVE
Sería la una de la mañana cuando, cansados y con mil dudas, llegamos a Atocha, tras las casi 12 horas (de las 12'45 del lunes 28, a las 0'45 hh del 29 de abril de este 2025) que nuestro AVE a Sevilla se quedó parao en el campo toledano, entre Castillo de Manzaneque y Mora de Toledo, por el apagón nacional de la Red Eléctrica Española (REE), Al llegar a la estación de Atocha:Almudena Grandes, un señor de la dirección de RENFE dio explicaciones a los pasajeros del AVE y al grupo sevillano de WhatsApp ("AVE parao") que Javi, en la larga espera del dia había tenido tiempo de hacer..
Este
señor de Renfe se nos presentó como Juan Carlos, jefe de la Sala
VIP de Atocha, en donde nos alojó a las personas mayores de edad,
permaneciendo fuera el resto del grupo. El matrimonio de Carmen y
José Luis, yo y otra pareja con una niña, tratamos de echar una
cabezada en los diversos sofás de la sala, bajo su intensa
iluminación, que no fue posible disminuir por la continua entrada de
otros pasajeros. A pesar de todo nuestro insomnio y cansancio, nuestra preocupación principal era
llegar cuanto antes a Sevilla, lo que Juan Carlos nos garantizó,
asegurándonos que nos incluiría en el primer tren que partiera para
Sevilla.
Y así fue. A las 7 horas, un ayudante suyo nos condujo a 8 personas del grupo al coche n.1 del AVE, situado en la via n.9, que estaba a punto de partir para Sevilla. De nuevo se hizo patente la atención de D.Juan Carlos con nuestro grupo, pues la Sala Executive del coche estaba ocupada por personal de Renfe, quienes, a instancia según creemos del Jefe de la Sala VIP, nos cedieron sus plazas a las 8 personas del grupo....
Y el AVE partió raudo a Córdoba, donde un autobús nos conduciría a Sevilla, caso de que la máquina tractora no dispusiera aún de suficiente potencia . En la ciudad cordobesa se bajó una persona de nuestro grupo, pero estando ya habilitado el fluido eléctrico, continuamos hasta Sevilla, llegando a Sta Justa, final de nuestra Odisea, a las 10 hh de la mañana, cansados y soñolientos, pero felices.
Esta odisea en el día del apagón nacional, semejante a la de Ulises, la forman incidentes y accidentes, sentimientos de angustia y de incertidumbre, pero también de risas, historias, empatía, conocimiento y favores mutuos, de amistad, en una palabra, entre muy diversas personas: farmacéuticos, militar de marina, cooperante de una ONG en Etiopía, estudiantes, una abogada, un aprendiz de escritor (yo), un guardia civil, etc. Vivimos una experiencia única en nuestra vida, llena de incertidumbre y angustia, ante todo, por el parón del tren en plena campiña toledana, a los tres cuartos de hora de nuestra salida de Madrid, pero también de solidaridad y amistad, que podremos contar a los amigos y a nuestros nietos.
La Incertidumbre y la angustia fueron en aumento, al recibir más información de que todo se debía a un apagón de la Red Eléctrica Española (REE), tanto en España y Portugal, que el gobierno no aclaraba sus causas y que todos pensábamos podría deberse a un sabotaje. Con el paso del tiempo, las existencias de agua y comida en el coche Restaurante se fueron consumiendo y Renfe no ponía ningún remedio, como tampoco se responsabilizaban la UME, ni la Cruz Roja de esta situación de emergencia, debido a los numerosos casos semejantes en toda la nación. Sola y unicamente fuimos auxiliados por la iniciativa particular de varias personas y familias del cercano pueblo del Castillo de Manzaneque, que nos trajeron agua y bocadillos, a los que desde aquí agradecemos su generosidad. Alimentos y agua que fueron distribuidos por el personal del Restaurante.
Otra causa de agobio y desasosiego era debido al confinamiento en el vagón y al calor reinante por la tarde. El Sr. Revisor abrió algunas puertas para que entrara el aire, pero ante la insuficiencia de sitio para tantos pasajeros y la imposibilidad de abrir ventanas, todos veíamos la necesidad de bajar a la zona campestre circundante. Se rogó al Sr.Revisor que buscara una escalera para poder descender, pero él se negó en redondo, aludiendo a que estaba prohibido salir del tren. Sin embargo, ya habían bajado del tren algunos pasajeros más jóvenes, dado que los waters de los servicios estaban atascados, y esa fue la causa de que otros pasajeros lo hicieran también, incluso las Sras y los mayores auxiliados por los más jóvenes. Ante tal situación, el Revisor no tuvo más remedio que buscar la escalera, que encontró en una trampilla exterior del tren y que colocó en una de las puertas abiertas para facilitar el descenso y la subida a los vagones. Dadas estas circunstancias, el grupo estimó que era necesario denunciar estas deficiencias de atención a los pasajeros por parte de la RENFE, de lo que yo me encargué, según consta en el presente enlace..
La larga espera se atemperó por la cordialidad y camaradería establecida entre los pasajeros, que contaban chistes y narraban anécdotas, hasta el punto de iniciar un grupo de WatsApp entre varios de nosotros para seguir relacionándonos. Lo hizo Javieer, llamándolo "El AVE parao".. Decisión atinada que facilitó también la comunicación con Ana, una de las personas del grupo que decidieron ir a Toledo en un autobús que puso una compañía particular. Tuvo suerte Ana al ser acogida por una familia, pues encontró la estación de Toledo vacía y a oscuras.
Estirando las piernas en el campo
. A
todo esto hay que añadir la distribución realizada por el personal
del Restaurante de la bebida y comida traída por las familias del
pueblo del Castillo de Manzaneque (a quienes volvemos a dar las gracias), en la que participó muy
activamente la empleada que era, según nos dijo, de Sanlúcar la
Mayor (Sevilla) . También hubo desplantes y protestas ante la
información de las causas del apagón nacional, facilitada por
nuestro Presidente, de que hubo una desconexión en la REE, debido
posiblemente a la introducción en ella de un exceso de energía
solar, que descompensó el sistema de la REE, muy privatizado en
España, a diferencia de otros países como México, según aparece
hoy 29 de abril, en
la prensa internacional..
A eso de las 11'30 de la noche, un gran aplauso resonó en todos los vagones al brillar la luz ambiental y funcionar el aire acondicionado y, poco a poco fue creciendo este ambiente relajado, al observar que algunos teléfonos móviles tenían cobertura y los mensajes de WatsApp entraban y salían...Mas todo se turbó de nuevo al escuchar por los altavoces que, en vez de seguir a Sevilla, nos devolvían a Madrid. Creció de nuevo la angustia causada por la incertidumbre de lo que nos esperaba y de cuándo regresaríamos a nuestro destino andaluz, dado la aglomeración de pasajeros personas demandantes de destino, causada por la interrupción de los servicios en la tarde anterior. Pero toda esta incertidumbre la hizo desaparecer D. Juan Carlos, jefe de la Sala VIP de la Estación de Atocha, a quien agradecemos sus atenciones, como narrábamos al principio..
A nuestra llegada a Sevilla, yo invité a desayunar a mis amigos para celebrar nuestro feliz retorno, lo que solo pudieron aceptar el matrimonio de farmacéuticos, Carmen y Pepe y Juanma, el Subteniente de Marina, realizándolo en el Restaurante de los Apartamentos Adorea, donde vivo ... Al despedirnos pensé: ¡Ojalá un apagón sirva para encender la conciencia de lo mucho que todos nos necesitamos!
-------------------------------------------------
Antonio Moreno de la Fuente
Sevilla, 29 de Abril de 2025.