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viernes, 25 de octubre de 2024

LA RENTA BÁSICA UNIVERSAL ACABA CON LA PRECARIEDAD ANDALUZA

España: familias sin techo como consecuencia de la crisis     

      El 17 de octubre se celebró el Día Internacional de Erradicación de la Pobreza. El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 3030, Pablo Bustinduy, presidió el acto institucional junto a la Red de lucha contra la Pobreza y la Exclusión social en España (EAPN-ES). En él anunció la intención de aprobar una medida estratégica contra la pobreza, "antes de que acabe el año", que atenderá especialmente a la pobreza infantil y, al mismo tiempo, exigió a los grupos políticos renunciar a los intereses propios a corto plazo y trabajar más por lograr consensos amplios que miren a "los intereses generales" en políticas sociales, como la ley de familias y los presupuestos generales. Y la EAPN-ES, por su parte, publicó en febrero de este año su Informe sobre el Estado de pobreza en España en 2024. En él se constata que en nuestro país la pobreza y exclusión social está aumentando: "En el año 2023 (afirma), el 26,5 % de la población española, unos 12,7 millones de personas, está en riesgo de pobreza y/o exclusión social... Y el 9,0 % de la población española - 4,3 millones de personas- vive con carencia material y social severa".  Sin embargo, hoy viernes 25 de octubre, Europa Press hace pública la encuesta de la EPA, en donde reconoce que al finalizar septiembre, el número total de parados se situó en 2.754.100 personas, bajando la tasa de paro al 11,21% y el número de ocupados alcanzó un máximo histórico, con 21.823.000 trabajadores.  Según esto, la tasa de paro se reduciría al 11,2%, la más baja desde 2008.

     Todos estos informes nos confirman la apreciación de Oxfam Intermon (OI), en su Informe del mes de octubre, de que es cierto que España está marcando récords de empleo mes tras mes, pero "eso no supone que todos estos trabajadores/as puedan llegar a fin de mes...porque existen casi tres millones de personas que, pese a tener un trabajo, siguen viviendo por debajo del umbral de la pobreza".  Como se sabe, muchas familias tienen serias dificultades para llegar a fin de mes, no pueden permitirse tener al año una semana al menos de vacaciones y otras no alcanzan a mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno, siendo los jóvenes los que más están sufriendo esta situación...En definitiva, trabajar ya no garantiza salir de la pobreza.

      Esto es más patente, si nos fijamos en la tasa de paro en este tercer trimestre de las Comunidades  Autónomas (CCAA).  Ceuta tiene el 29'30%; Melilla un 27'9 %; Andalucía se sitúa con un 16'06 %, es decir, que uno de cada cinco andaluces con empleo no gana la suficiente para cubrir sus necesidades. En cambio, si miramos  la tasa AROPE, es decir,  el  porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social, Andalucía en el año 2023 se sitúa en el 37'5 % de su población, por  delante de Melilla (36'7); Canarias (33'8); ); Extremadura (32'8); Castilla-La Mancha (31'7). Lo que nos dice que Andalucía sigue siendo líder en precariedad, pobreza y en exclusión social en la península, por delante de Melilla, Canarias, Extremadura, Valencia y Castilla la Mancha.  Como es patente,  sigue existiendo el mapa de las dos Españas: la del norte/sur y la urbana/rural.                              

     No sabemos aún cuál será la medida estratégica contra la pobreza, que anunciaba el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 3030, el Día Internacional de Erradicación de la Pobreza. Nosotros queremos brindarle una que ya Pablo Bustinduy conoce de cuando militaba en Podemos: la implantación de la Renta Básica Universal.

     Si tener un empleo no garantiza ya tener las necesidades básicas cubiertas o salir de la pobreza y exclusión social, pongamos una medida que no considere al trabajo como fuente única de la propia existencia. Olvidemos la tradición judeocristiana del Génesis (3, 17-18) que decía: "Comerás el pan mediante el sudor de tu rostro", o las palabras de S.Pablo en su 2ª carta a los Tesalonicenses (3, 10-12): "Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma". El comer o vivir no debe ser porque trabajemos, sino porque somos personas ciudadanas. La medida a que me refiero se llama Salario social Garantizado o Renta Básica Universal (RBU), mediante la cual todo ciudadano, por el hecho de serlo, reciba una pensión o renta del Estado. Es decir, una cantidad de dinero suficiente para subsistir o sobrevivir, independientemente de si trabaja o no, si es rico o pobre, si está casado o soltero. Renta mediante la cual podrá tener cubiertas sus necesidades básicas de comida, vestido y calzado, manteniendo cubiertos también los derechos fundamentales de educación, salud, vivienda y dependencia

    Esta claro que esta medida tendrá que hacerse con una reforma fiscal profunda, para que quien más gana, más pague a Hacienda, a fin de que el Estado recaude lo suficiente para distribuir esta RBU, como un modo de distribuir la riqueza a la que todos, en mayor o menor medida, contribuimos. La implantación de la RBU no solo acabará con la pobreza y la exclusión social, sino que nos hará mas libres y capaces de un mejor nivel de vida, al facilitar el desarrollo de las capacidades humanas de todo tipo.

      Para aclarar conceptos y solucionar dudas remitimos al portal de la Red Renta Básica, la que, los días  25-26 de este mes de octubre, celebrará en las Palmas, el XXIII Simposio de la Renta Básica, con el lema: El derecho a la existencia en un mundo en peligro

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Antonio Moreno de la Fuente
Miembro de la Asociación andaluza por una RBU

 

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