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viernes, 23 de febrero de 2024

EL INCENDIO DE VALENCIA Y LA RENTA BÁSICA

 

Devastador incendio en un edificio de Valencia: el día después

 

     Espantoso y devastador ha sido el incendio de los pisos en Valencia, en el barrio Campanar, ayer, 22 de febrero de 2024. Según los medios de comunicación, se propagó por causa del viento y por estar revestido de placas de poliuretano, que aceleró  la voracidad de las llamas.  La rápida intervención de los bomberos y su tenacidad en recatar a una madre y a su hija, que angustiadas se encontraban en un balcón del edificio, es digno de todo encomio. Este revestimiento de poliuretano no está prohibido en la construcción, pero el incendio y su rápida propagación supondrá, según la prensa, una "antes y un después" en su empleo, en nuestro país. Concretamente, yo he visto construir un edificio en Sevilla, en la calle Laos, entre la Avda de China y Avda de Japón, en Sevilla Este, con el revestimiento exterior de este material. Esperemos que no le ocurra lo mismo.

    Pero, se dirá, ¿qué tiene que ver este incendio en Valencia y la Renta Básica? Mucho, a mi entender y acerca de esto deseo reflexionar en este post.

    Ante todo, mi reflexión se refiere a los 450 vecinos, repartidos en 138 viviendas, que han quedado arrasadas. De ellos hay, por ahora, 14 heridos, 6 de ellos bomberos y 19 desaparecidos. Los afectados que lo solicitaron fueron realojados, según informó el Ayuntamiento, en hoteles de forma temporal, el resto están alojados con su familia. Pero el hecho es que lo han perdido todo: su casa, sus bienes, muebles y enseres, y con ellos documentación, fotografías y recuerdos de sus vidas.  Fueron auxiliados por el servicio publico de los bomberos, de la policía, psicólogos y  resto del personal de emergencias, que intervienen en estos lastimosos casos, como  en los incendios de bosques, en los terremotos y volcanes, como ha poco ocurrió en la Isla de la Palma.  Ante una catástrofe o emergencias de cualquier tipo, el Estado y la sociedad se suelen volcar en ayudar a los damnificados, porque han perdido total o parcialmente sus existencias y, con frecuencia, deben empezar de cero en sus vidas. Juzgamos que es natural que el Estado o la sociedad civil les ayuden a salir de su situación, porque para eso pagamos impuestos, de los que se nutre el Estado y paga a sus servidores públicos y atiende los casos de catástrofes o emergencias.

    Pues bien, nos apenamos de estas situaciones extremas y no reparamos en los miles de personas que duermen a diario en nuestras calles, que pordiosean en las puertas de las Iglesias o por los bares de la ciudad, en las personas que no llegan a final de mes etc. Estas son también personas que tienen necesidad de sobrevivir, de que carecen de lo necesario para llevar una vida digna y, por ello, de que se les ayuden,. Sin embargo, con frecuencia nos retraemos en ayudarles o de que se les ayude, sea por el Estado o por la sociedad, porque pensamos que están en esa situación por su culpa, se han dado a la droga, se han descuidado o porque se lo han merecido etc.

    Yo creo, en cambio, que la misma situación de emergencia es la que padece una persona a la que se le ha quemado su piso, que la persona que tras diversas circunstancias de su vida, ha perdido el piso y no tiene más remedio que vivir en la calle. Creo que ambas necesitan que el Estado les ayude, con los impuestos que debemos pagar todos, especialmente los Bancos, que cada año tienen más beneficios y los ricos millonarios, cuyo número crece cada año. Para ello, propongo se haga una reforma fiscal, para que pague más el que más gana. Y con este dinero el Estado podrá establecer el pago de una Renta Básica Universal, mediante la cual, todo ciudadano, por serlo, reciba una pensión o renta del Estado, es decir, una cantidad suficiente para sobrevivir, independiente si trabaja o no, si está casado o  soltero, si es rico o pobre, pues los ricos cotizarán más. Renta Básica para satisfacer las necesidades básicas de comida, vestido, mantenido los derechos básicos de la educación, salud, vivienda y dependencia. De esta forma estaríamos cubiertos en el caso de las catástrofes, incendios de viviendas o de cualquier emergencia natural. Así tendríamos todas las personas nuestras espaldas cubiertas en cualquiera de las emergencias naturales o sobrevenidas. Merece la pena que reclamemos la instauración de una Renta Básica Universal.

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